sábado, 13 de agosto de 2011

El Schindler mexicano

Mucha gente probablemente sepa de la historia de Oskar Schindler por la pelicula "La Lista de Schindler". Schindler protegio judios durante la Segunda Guerra Mundial ofreciendoles trabajo. Algunas veces se metio en problemas, pero finalmente se salvo de pisar la carcel o de morir. Cuando se acercaba el Ejercito Rojo, el gobierno cerro sus fabricas y persuadio al gobierno para movilizar a 1200 judios fuera de Polonia hacia Republica Checa. Ademas de Schindler, existieron muchos embajadores y empleados diplomaticos que protegieron judios durante la guerra, pero sus historias son poco conocidas. Uno de ellos fue Gilberto Bosques Salidvar, consul mexicano en Francia durante la ocupacion nazi.
Bosques nacio en 1892 en Chiautla, Puebla y durante su juventud lucho en la Revolucion Mexicana. Eventualmente empezo a trabajar de periodista, fue diputado federal y director de un periodico. En 1939, Bosques fue designado consul en Francia. En 1940, los nazis invadieron Francia y Bosques huyo de Paris y recibio instrucciones del gobierno para establecer un consulado en el regimen de Vichy (parte sur de Francia que apoyo a los nazis), estableciendolo en Marsella. Ya que los nazis se hicieron cargo de Francia, Bosques ordeno a los empleados para que dieran visas a cualquier persona que quisiera huir a Mexico. Durante su periodo como consul, aproximadamente 40000 personas recibieron visas, en su mayoria judios y españoles refugiados tras la entrada de Francisco Franco al poder. Para proteger a las personas que recibieron visa, Bosques rento un castillo y ahi los alojo mientras pudieran salir de Francia. En 1943, Bosques, su familia y empleados del consulado fueron detenidos por la Gestapo y llevados a Alemania hasta 1944, cuando fueron liberados por un acuerdo entre los gobiernos mexicano y aleman. Despues de la guerra, Bosques fue embajador en paises como Portugal y Cuba. En 1962, Bosques intervino como mediador durante la crisis de los misiles debido a su amistad con Fidel Castro y la confianza que tenia Estados Unidos en el embajador de un pais neutral. Finalmente, Bosques murio a los 102 años en 1995.
Durante muchos años, la historia de este mexicano paso desapercibida y no fue sino hasta la ultima decada cuando se empezo a reconocer su labor. En 2003, una calle en Viena recibio su nombre y en 2008 recibio un conocimiento postumo en Estados Unidos. A pesar de que esta historia es poco conocida, yo creo que las acciones de Gilberto Bosques son un ejemplo para todos y deberian de ser imitadas.

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